En Fass llevamos varias décadas comprometidos con el medio ambiente.

Además del cuidadoso reciclaje de nuestros residuos hace años decidimos cambiar la mantelería de tela tras valorar el impacto medioambiental que dicha mantelería provoca especialmente en la restauración comercial.

  1. El impacto ambiental de la mantelería de tela es grande por varias razones:
    1. Producción: La producción de mantelería de tela implica la utilización de materiales naturales como algodón, lino, seda, entre otros, los cuales requieren grandes cantidades de agua y energía para su producción. Además, se necesitan productos químicos como pesticidas, herbicidas y fertilizantes para su cultivo.
    2. Transporte: La mantelería de tela generalmente se produce en países lejanos y es transportada a través de largas distancias para llegar a su destino final. Esto requiere grandes cantidades de combustibles fósiles y genera una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero.
    3. Lavado: La limpieza de la mantelería de tela implica grandes cantidades de agua, energía y productos químicos. Los restaurantes utilizan servicios de lavandería que utilizan grandes cantidades de agua y energía para lavar y secar la mantelería de tela. Además, se utilizan productos químicos como blanqueadores y detergentes para su limpieza.
    4. Desecho: A medida que la mantelería de tela se desgasta con el uso, eventualmente debe ser desechada y reemplazada. El desecho de la mantelería de tela puede ser problemático debido a que la mayoría de los textiles no son biodegradables, lo que significa que pueden tardar décadas en descomponerse en un vertedero.

Existen argumentos por los que el uso de mantelería de un solo uso puede ser tan dañina o incluso mas dañina que la mantelería de tela y por ello sabíamos que cualquier cambio debería tener en cuenta diversos factores. Finalmente decidimos apostar por una solución mas costosa, pero mas sostenible y por ello en Fass utilizamos mantelería de gran calidad de un solo uso del grupo Duni . Dicha empresa utiliza productos que aportan la máxima funcionalidad y soluciones a largo plazo para su reciclaje, compostaje y reutilización. Como miembro del UN Global Compact, dicha empresa recibe anualmente la prestigiosa calificación Gold de Ecovadis  que premia la sostenibilidad empresarial.

También apostamos firmemente por las energías renovables. Por ello, en el año 2022 hemos realizado una instalación fotovoltaica en nuestros almacenes que reduce en hasta un 70% nuestro consumo eléctrico inyectando los excedentes en la red eléctrica. Para dicha inversión hemos contado con el apoyo de las instituciones europeas a través de los fondos Next Generation.

En un primer momento valoramos la posibilidad de usar baterías para el almacenamiento de los excedentes generados por la planta fotovoltaica. No obstante, el impacto ambiental de las sustancias químicas tóxicas de las propias baterías, así como el significativo impacto ambiental de la producción y transporte de dichas baterías que incluyen la emisión de gases de efecto invernadero y la degradación de recursos naturales nos han hecho decidirnos finalmente por la inyección a la red de los excedentes que se producen.

Solo tenemos un planeta y por ello para Fass seguirá siendo prioritaria la adopción de medidas enfocadas en lograr la máxima sostenibilidad en nuestra actividad.